Desde los inicios de la práctica
médica se conoce la importancia de consignar y almacenar la información que se
genera durante la atención de un paciente e particular. Ya sea como elemento de
soporte a la memoria de quienes atienden o como fuente capaz de responder las
preguntas de la ciencia con respecto a una enfermedad en toda una comunidad,
los registros que los médicos y otros miembros del equipo de salud realizan
tienen un rol central de importancia cada vez mayor a medida que transcurren
los años. El espíritu central radia en aquello que no se registra no puede ser
consultado y esta es la piedra fundamental sobre la cual se construyen
sofisticados sistemas de información sanitaria.
Es así, que los cambios conceptuales y
operativos en la prestación de atención de salud, han señalado la importancia
de contar con sistemas de información que aseguren más precisión y agilidad en
el proceso de programación, control y evaluación del sistema de salud. Esto
incluye contar con base de datos para la administración, la prestación de
servicios de salud la docencia e investigación.